BIOGRAFÍA
ROGER WATERS
SERGIO MARCHI
(Planeta - Buenos Aires)
Mucho se habló durante los últimos meses en relación a los nueve recitales de Roger Waters en la Argentina. Palabras como mercado, ideología antibelicista, muros, panfleto político, público argentino, alienación y exorcismo existencial poblaron diarios, radios, televisores y webs. Hasta sistema, anacrónico término, fue utilizado en el intento de definir una maravilla creativa, musical, humana y arquitectónica (ahora también tecnológica) como es The Wall, creada en 1979 (cuando el término sistema no era anacrónico), y que sigue más que vigente, incluidas las paradojas que la Historia se encarga de crear: un disco anti-sistema que hace ganar millones de dólares en su puesta en vivo.
Sergio Marchi acaba de publicar Roger Waters. Paredes y puentes: el cerebro de Pink Floyd. Al final, en los agradecimientos, Marchi cuenta que el libro "fue escrito contrarreloj en los meses finales de 2011 y en enero de 2012". Y por un momento pareciera que la paradoja está a punto de repetirse. Pero no: el de Marchi es un libro que cuenta una excelente historia de muy buena manera, con el oficio que le dan los años en el rubro, regulando las dosis de datos, el análisis de esos datos, entretelones, exégesis musical y esa mística que hace más de medio siglo el rock lleva en la sangre.
Miedos y paredes
Todo comienza con el comienzo de todo: amigos británicos que van metiéndose en las movidas de Londres y Cambridge en la primera mitad de los ardorosos 60. La fundación de Pink Floyd, la psicodelia. Syd Barrett, su locura, el abandono del barco. La deriva de la banda, los primeros álbums, la aparición de El lado oscuro de la luna (ahora sí: de ahí en adelante todo será propiedad de Roger Waters), los cimientos del muro, los problemas internos de la banda, el desmembramiento, la enemistad de los caudillos creadores, los trabajos solistas, las efímeras reuniones, el perfil psicológico del protagonista.
Roger Waters fue el sostén creativo de Pink Floyd durante la mejor década del grupo (los 70), y dejó su impronta en ella y en sus mejores discos. El militante por las causas humanas, el creador infatigable, el hombre capaz de cuestionar los órdenes establecidos y que hizo de sus propios dolores grandes obras conceptuales: "un librepensador con guitarra eléctrica" que usó el rock "como herramienta para mejorar su vida". Y que fue, siempre, por convicción, como bien dice Marchi, "un hombre que un día descubrió que los miedos construyen paredes y los transformó en música".
HERNAN CARBONEL
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